11.12.10

Es el destino,
la marca,
el suplicio,
la duda,
o simplemente esta melodia que me aturde,
y me impide pensar en vos.
Afortunadamente.

11.11.10

Un hombre puede vivir sin comida muchísimo más de lo que puede vivir sin agua. 
¿Por qué?
Cuestión de sed.
Todo el tiempo en nuestra vida nos aqueja el más diverso tipo de sedes: física y emocional, expresa y tácita, intelectual y personal, de sentimiento y de deseo. ¿Cuáles son las más importantes, remitiéndonos a la entrada anterior sobre jerarquizar? Parte de la vida se reduce a saciar muchos de esos sentimientos de sed, y a la vez acallar algunos otros que nos son perjudiciales, pero nadie expresa de una manera acertada con qué prioridad debemos saciarlas o combatirlas. Sobre todo, sabiendo que hay sedes que son impostergables. ¿La física primero? ¿la del deseo? ¿la del placer? ¿la intelectual y la cultural? ¿la de ser amado? cada sed tiene implícita en ella sus sinsabores de cada día. De hecho, si satisfacemos una, es posible que la otra quede irremediablemente acallada. Pero hay necesidades que no podemos obviar. 
Quizás podría decirse que la sed sentimental es la más desesperante de todas. ¿Pero cuál es el verdadero sentimiento? La muerte es la única que les es común a todos los hombres, y por lo tanto, lo que provoca es el sentimiento por excelencia. La muerte es la única cosa que exige respuestas de algún tipo para pensarse en ella, porque es lo único que al hombre le es enteramente desconocido. Hay una sed en ella, que es la sed de respuestas. Y no hay sed más fuerte que la que se resuelva de una vez por todas el mayor misterio del Universo: ¿quiénes somos? y ¿dónde vamos?
La sed verdadera.




Pero surge una nueva pregunta. ¿Cómo tolerar una sed que se sabe que nunca va a saciarse? Un preso en una cárcel es mantenido sólo con comida, sin acceso a agua. El hombre gritará cada vez que se acerque alguien que no quiere comida, que quiere agua, y por más de que no se la den, va a seguir esperanzado. Porque no es posible resignarse a una sed. Entonces ¿cómo vivir tolerando la ausencia de respuestas? 
Hemos de hallarlas por nuestra propia cuenta, en aquellas cosas que tengan sentido para nosotros. Sabiendo que no hay respuestas absolutas, pero que a su vez, no hay mayor certeza que la que otorga la fe.
¿Nunca te abrumó la sensación de que te falta algo, de que hay algo de vacío en lo lleno y nebuloso de la vida actual, que hay cosas que uno no entiende, misterios que quiere alcanzar y nunca llega por más de que corra? ¿Debemos resignarnos a nuestra condición de animales terrestres e ignorantes y encerrarnos en esto y ser felices con lo que podemos alcanzar? ¿No vale la pena vivir intentando alcanzar respuestas? Esta no es la sed verdadera, pero es la sed de la felicidad.
¿Nunca experimentaste una sed de infinito?









24.8.10

Jerarquizar es importante.
Lo es cuando uno tiene que decidir a qué opiniones da importancia y a cuáles no.
Lo es cuando uno tiene que priorizar el bien hacia uno u otro.
Lo es cuando uno tiene que pensar en su futuro y proyectos.
Lo es cuando uno tiene que decidir cada paso que da.
Hoy jerarquizo que lo más importante en mi vida son mis ideales. Por lo que vivo.
Algo que no tiene todo el mundo, y que por eso tengo que aprovecharlo.
...y por lo que muero.

(de mí)

Soy competente. Soy jugada. Soy idealista pero no utópica. Soy terrestre, y además, humana. Soy imperfecta (vaya si lo soy!). Soy ridícula. Soy pasajera. Soy rica, pobre y abastecida en distintos aspectos. Soy pensante.
Soy de fe. Soy una criatura en sociedad. Soy mi conciencia, y soy mis actos (sólo porque me responsabilizo por ellos). Soy barroca. Soy inquieta en cuerpo, y pasiva en discusiones. Soy ociosa en el trabajo e hiperactiva en la mente. Soy pura antítesis. Soy perfeccionista, e imperfecta. Soy exigente, pero sólo conmigo. Soy expresiva, sintética, demostrativa y charlatana. Soy mitad sofista mitad filósofa. 
Soy austera. Soy defensora. Soy impulsiva, y a la vez insegura. Soy de sueños. Y soy de entrega. Soy mi mundo aparte. Soy mi arte, mi música y mis palabras. Soy mis pensamientos (a veces que se revelan). Soy (privada). Soy extensa, simple y compleja. Soy otros. Soy a veces del resto, y a veces (de mí). Soy muchas veces egoísta. Soy así, pero ahí también soy arrepentimiento. Soy carne, hueso y sangre (por eso soy muchas de las cosas de arriba). Soy creación. Soy cansancio y actividad. Soy movimiento en todo sentido.
Soy vida. ¿Lo bueno? Lo soy hoy y lo soy mañana. Es tener cierta seguridad sobre quién es uno, una base, aún cuando todos los días descubramos que somos más de lo que sabemos, y a veces nos desengañemos. Pero el desengañarse está bueno: es el dejar de estar equivocado. 
Soy otros, puse. Aún cuando, como también escribí, sea mi mundo aparte. He de admitir que en cierta forma tengo creado un mundo entero, con sus personajes jerarquizados en importancia, y donde todo es abrazo, que es mi lugar predilecto en todo el mundo. Pero como soy otros, a veces no soy ese mundo aparte y soy terrestre y humana con los demás, como también puse. Por eso también escribí que soy toda antítesis. Porque el ser deseo se contrapone con el ser pensamiento, Y todo esto, todo, se contrapone con el ser de fe. Pero más allá de todo lo que soy... ¿qué quiero ser?

Es como diría mi flaco Spinetta amado:

Pobresito Fermín... quiere ser real. Aunque no lo crean.

31.7.10

Vida y obra de cada ser que pisa este valle. Siento que me susurra cada paso que da, siento que me acaricia con su palabra tierna y oscura, lo veo marchar...
Voy a robar. Cumbres del aire, rodéenme con su nieve, que quiero sentir el contraste entre tierra y brillo, entre vida y muerte, entre terrenalidad y trascendencia. Quiero sentir al mundo. Quiero deshacerme de todo lo que me ata a la vida poco sensible. Basta de pensar... 
Quiero caminar libre, contentarme con mi naturaleza, vivir la otra, aprisionar la tierra con mis pies, quiero moverme al compás del viento, oler cada fragancia, siento el viento en mi cara... ¡llevame! El agua resuena en su murmullo, maravillosa.... la componen partículas mínimas que no puedo ver, pero no importa, no necesito verlas para disfrutar de ellas... 
Siento frío... la piel se me torna rara, deja de ser lisa y pasa a parecerse a un cordón montañoso. El aroma a pasto recién cortado lo siento hasta en la boca, hecho un aire con gusto... lo siento fantástico, pero quiero correr libre y sentir todo, cada cosa que se me acerque...
Oigo un grito...
Sí, hijo, ya voy. Esperame, que estoy viviendo.

3.7.10

Creo que ya hice un comentario sobre los sueños. Quizás fue sólo sobre el producto de éstos. Me gustaría analizarlos ahora en todo su contenido.
¿Qué se creen que son? Pensamientos nocturnos.. incontrolables deseos o temores que rigen nuestra vida si así lo decidimos. Mágicos momentos en los que nos sentimos de algún modo místicos. Y tiempo desperdiciado.
Vida y armonía del sueño. Muerte y disputa entre contrapuntos de día, sólo para apreciar más el segundo que ese pedacito de magia que se nos concede ocho horas al día como mínimo. Porque los deseos duelen si uno no se conoce a sí mismo. Y porque los temores son mejores y más mansos escondidos en el placard, bien enrollados entre las medias.
Los sueños.. esos espacios de reflexión que son los únicos verdaderos momentos en los que no hacemos otra cosa a la vez.. Todas las decisiones cruciales deberían tomarse allí...
Pensamientos nocturnos.. son tan distintos de los diurnos! ¿en qué distan al fin y al cabo? En que no están, por una sóla vez en nuestra vida, regidos por la razón. ¡Cuánta libertad encierra un simple sueño!
¿Libertad? Condición ideal del ser...
¿Ser? Escencia y naturaleza. Razón e instinto. Alma y sentido. Místico...
¿Serán los sueños los únicos capaces de darnos reales pistas sobre cómo llevar nuestra vida?
Al fin y al cabo es con la almohada con la que se consulta y se exponen los anhelos del alma más grandes, los temores más terribles...

Estamos equivocados al ignorarlos. Estamos equivocados al dejar que gobiernen nuestra vida.
Los sueños, esos pensamientos que hablan cuando todo lo demás calla...
Nos dice quiénes somos.
¿Quién es vos?




¿Quién es yo?


24.5.10

Verba volant, scripta manet.



La palabra vuela, lo escrito permanece.

14.5.10

Si bien la mayor parte del tiempo estamos presionados por intrucciones exactas de distintas partes (muchas veces contradictorias la una con la otra. No, muchas veces no. Siempre, por algo son dos partes y no una) debemos tomarnos ratos (en esas situaciones) en los cuales lo ideal es pararse en forma fría y calculadora y pensar -como si nada de eso estuviese pasando-, quién tiene el camino correcto. A veces no tiene que ver con la edad. No siempre debe uno guiarse por la experiencia. Ni siquiera por la madurez. Y sobre todo, no por cuán idealizado tiene uno a cada una de esas partes. Cuando junstamente más tendemos a mirar los detalles en cada uno de los objetivos de la cámara, y nos perdemos entre líneas rectas y curvas (y un millón y medio de imperfecciones e irregularidades), es cuando más sentido encontramos a las opiniones. Más concordamos con una parte y luego con la otra. Sin embargo, la foto no es comprensible cuando es un borrón color mostaza y verde. Es comprensible cuando se deja de poner atención a los detalles y se aprecia todo el conjunto. Entonces, (y sólo enconces) la foto se vuelve comprensible, opuesta, y, por sobre todas las demás cosas, criticable. En el instante en el que la criticamos, finalmente prestamos atención a lo único y escencialmente fundamental para decidir entre una parte y otra: nuestro propio criterio.

25.4.10

Victoria;


Curva, es mujer.
Infinita, es sola.
Incompleta, es vivaz.
Deja una marca: es Dios.

¿Lo ves? A primera vista parece algo infinito, perdurable. Victoria es una eternidad en sí mismo, un triunfo de vida. Pero a su vez es una responsabilidad. Si se lo mira dos veces se advierte que no es total ni absoluta. La eternidad no es completa, no es perfecta, porque es humana. Por eso está destinada al fracaso. Victoria destinada al fracaso... parece una paradoja. Y cuando se cree que ya no hay esperanza, se lo mira por tercera vez y se advierte el punto. Es un destino, una eternidad que termina antes de llegar, pero que tiene una meta y que deja una marca. Porque sueña. Porque quiere ser.
Es la eternidad imaginaria.

20.2.10


Te siento en cada suspiro, en la apertura de la más mágica corola, en el rayo que ilumina el rey.. Veo tu sonrisa en cada momento de rodillas, en cada solución, en cada palabra amistosa.. Oigo tu ternura en cada silencio, en cada reflexión, en cada sentimiento.. Te siento Abandonado más dulce y sereno que nunca, pero por sobre todo te siento real... y pruebo, pruebo tu existencia a pesar de ser la más alta perfección, porque respiro tu amor, porque aún estando sola te siento al lado mío...
Porque mi vida parece tu más perfecta canción .